“La educación, como proceso social que se desarrolla en tiempos históricos, se sostiene
en un trípode imaginario conformado por los saberes, prácticas y creencias
acumulados en el pasado, las innovaciones del presente y las demandas que impone el
futuro, para hacer posible la transformación dinámica, creativa y permanente entre lo
que fue, lo que es, lo que está siendo y lo que será. Así, pasado, presente y futuro se
integran en el proceso de cambio educativo, re-significándolo”
(Ferreyra coord., 2012, p.25)