Investigadores premiados por la Academia Nacional de Educación

Un equipo compuesto por docentes de la Facultad de Educación de la UCC y de otras instituciones fue galardonado por la Academia Nacional de Educación con el primer premio del certamen “Domingo Faustino Sarmiento”. La Academia Nacional de Educación otorga dos premios anuales a los mejores trabajos realizados dentro del campo de la educación: el Premio Domingo Faustino Sarmiento, establecido en 1996 para consagrar el trabajo científico de autores.
Y el Premio Academia Nacional de Educación, instaurado en 1994 para destacar la labor de las jóvenes generaciones de investigadores.En el año 2007 la Academia Nacional de Educación propuso como tema para el Premio Domingo Faustino Sarmiento el de “La educación media, formación para el trabajo o para la realización de estudios superiores”.

El primer premio lo recibió el trabajo titulado “Educación secundaria argentina. Propuestas para superar el diagnóstico y avanzar hacia su transformación” obra del grupo investigadores integrado por Horacio Ferreyra (Coordinador), Mabel Cingolani, María Jacinta Eberle, Griselda Gallo, Cecilia Larrovere, Mónica Luque, Marta Pasut, Gabriela Peretti y Rubén Rimondino. Horacio Ferreyra y Mabel Cingolani son profesores titulares de la Facultad de Educación de la UCC.

En el trabajo premiado los autores afirman que la educación secundaria en la actualidad afronta el problema / compromiso de su reinvención, el volver a pensarla y .analizarla a través del replanteo de tres funciones básicas, integradas y simultáneas: la función propia y propedéutica, la función ética y ciudadana, y la función preparatoria para el mundo socio-productivo.

En el trabajo se deja planteado un nuevo modelo superador y viable para reorientar la educación secundaria. Según sus propias palabras, este proceso de construcción de una propuesta de estas características deja, en quienes escribieron “sensaciones diferentes, fundamentalmente, aquella de que han quedado cuestiones sin incluir en el texto, pero coincidimos en que el objetivo básico se puede considerar alcanzado. Para quienes entiendan que las propuestas resultan poco inmediatas o complejas, les recordamos que sólo aceptando el carácter complejo de las acciones que de alguna manera se relacionan con la educación, seremos capaces de abordar esta tarea de una manera más reflexiva, integral y fundamentada”.

 

Ver nota original de la Universidad Católica de Córdoba