Los adolescentes creen que vale la pena hacer el secundario

Para intercambiar experiencias. Reunidos para la foto: Franco, Tomás, Arianna, Clara, Constanza y Guadalupe. Charlaron sobre el “cole” y dejaron sus reflexiones sobre una etapa muy importante en la vida y la formación para el futuro (Martín Baez/LaVoz)

 

Lejos de lo que comúnmente se cree, los adolescentes consideran que la escuela secundaria es útil y necesaria, que hay que transitarla y que es la única forma de tener “un futuro”, un “trabajo digno” y oportunidades de crecimiento y de progreso.

Los datos surgen del estudio “Educación de adolescentes y jóvenes: una mirada desde los procesos de diseño y gestión de políticas públicas en la Educación Secundaria Obligatoria.

El caso de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, República Argentina (2010-2015)”, realizado por un equipo de investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), con el auspicio de Unicef, y acreditado ante la Secretaría de Investigación de la UCC y el Conicet.

El trabajo analiza las percepciones y opiniones de 375 adolescentes y jóvenes que participaron, con 3.987 intervenciones, en el Foro Virtual La Educación Secundaria y de 1.938 alumnos de tercer a sexto año encuestados por sus profesores.

En general, los adolescentes rechazan las afirmaciones que refieren a que “no hace falta estudiar”, o que “el secundario no sirve para nada”. Por el contrario, reconocen que es necesario, pese a las dificultades por las que atraviesa.

“Las razones que respaldan esta valoración se relacionan con la posibilidad de idear un proyecto de vida a futuro, el acceso a conocimientos de cierta complejidad, el desarrollo de habilidades cognitivas”, indica el estudio. Los adolescentes consideran que ir a la escuela es el camino para “aprender cosas” que son relevantes.

La idea de futuro emerge

con fuerza. Eso implica la posibilidad de continuar estudios, de saber elegir qué hacer después de la escuela, de conseguir un buen trabajo, calificado y “digno”, que muchos asocian a una mejora significativa de su situación socio-económica.

“Muchos piensan que en el secundario no hace falta ­estudiar. Yo pienso que sí es ne­cesario, ya que es una forma de progresar hacia un mejor futuro y poder alentar a personas para que terminen y puedan estudiar lo que quieren ser, ya sea una profesión o carrera”, indica un estudiante de Córdoba, incluido en el trabajo.

“Sí hace falta estudiar ya que te asegurás un futuro con un trabajo digno y así, al final, podés estudiar lo que te gusta y no hacer un trabajo por obligación o necesidad”, opina otro alumno de Córdoba.

Formación humana

La investigación revela que los adolescentes resaltan que la secundaria impacta también en el desarrollo como personas, en la identidad y en la vida social.

“Las respuestas no reducen el valor de la escuela a una cuestión meramente prag­mática e instrumen­tal, sino que, según testimonian los estudiantes, es algo ‘esencial’ para su existencia”, indica el trabajo.

Entre otras cosas, aseguran que lo que aprenden en la escuela los ayuda a “desenvolverse en la vida”,

los posiciona de un modo diferente y les aporta beneficios como, por ejemplo, a “no ser engañados”.

Gracias al secundario, sub­rayan, pueden llegar a ser “alguien”. “Completar el secundario es fundamental para ser alguien en la vida. Hoy en día sin el secundario no se puede acceder a ningún puesto de trabajo, o por lo menos ninguno al cual poder progresar”, indica un estudiante de la provincia de Buenos Aires.

Los conocimientos

En relación con los conocimientos, los estudiantes plantean que el secundario les permite no sólo conocer, sino también comprender, pensar y forjar ­opiniones propias.

“Estudiar nos ayuda a co­nocer y comprender muchas cosas; aparte de que nos abre la mente y nos ayuda al momento de opinar o dar nuestra opinión, debido a que no podemos opinar de algo que no conocemos”, sostiene otro alumno de Buenos Aires.

La mayoría asegura que el estudio es necesario para aprobar las materias. Para algunos, la escuela sirve siempre y cuando los profesores les exijan estudiar y los estudiantes quieran hacerlo.

Reconocen, además, que una condición para aprender es tener hábitos de estudio. Y que la incorporación depende de cada docente y de la materia. Hay que estudiar más para algunas asignaturas y para ciertos profesores.

“Yo no estudio, pienso que con prestar atención y pegar una leída en casa basta”, remarca un alumno de Entre Ríos. “Sí hace falta estudiar, aunque no mucho”, puntualizó un estudiante de Córdoba.

De todos modos, aparecen críticas en relación a la relevancia de los contenidos que se enseñan en la escuela.

 

Ver nota original de La Voz del Interior