Vida y Trabajo como Espacio de Formación en la Educación Secundaria en la Provincia de Córdoba, Argentina

Fecha de publicación
Revista
Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Páginas de artículo / publicación
10 (4), pp. 184-202. España, 2012
ISBN / ISSN
1696-4713

“El buen aprendizaje consiste en aprender de un presente rico en experiencias teniendo el mañana a la vista”
(Perkins, 2010)

Pensar hoy una educación de calidad para los jóvenes (un plural que mucho tiene que ver con el meollo del asunto), requiere asumir como punto de partida inexcusable el interrogarnos acerca de quiénes y cómo son estos sujetos; cuáles son sus necesidades, sus anhelos e  incertidumbres; cómo “habitan” los diversos contextos y escenarios en que se desarrollan sus vidas. Estas preguntas son ineludibles si admitimos que las transformaciones sociales y culturales han producido cambios notables y muy diversos en las maneras de ser joven que impactan  también en las maneras de ser estudiante y, en consecuencia, requieren nuevas maneras de hacer escuela para estos jóvenes.

El ser joven hoy –señala Dina Krauskopf (2008)- despliega nuevos sentidos que nos obligan a revisar la supuesta linealidad de las trayectorias de vida, los modos de construcción de identidades, las representaciones acerca de las transiciones juveniles. Nuevas concepciones acerca de    las relaciones intergeneracionales, la estabilidad, la certidumbre, las relaciones entre presente y futuro en la vida de los jóvenes demandan el diseño de propuestas formativas que –generando participación y propiciando el desarrollo de autonomía- les permitan trazar proyectos,     fijar objetivos, actuar. En este marco, ofrecer a los jóvenes una educación de calidad supone no sólo generar dispositivos y estrategias que faciliten el acceso, permanencia y terminalidad de la escuela, o proveer de recursos a las instituciones; se trata de construir        propuestas curriculares que conviertan el tránsito por la Educación Secundaria en “una experiencia de aprendizaje integral, sustantiva, que sirva para la vida y para el trabajo” (Jacinto, 2009).

Es ésta la verdadera inclusión educativa a la que todos los jóvenes tienen derecho y a la que el Estado está obligado. Desde estas convicciones y en el marco de las finalidades formativas de la Educación Secundaria en Argentina, establecidas por la Ley de Educación Nacional N°  26.206/2006 en el Art. 30 -“habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación de los estudios”- y, específicamente, en la Ley de Educación de la Provincia de Córdoba Nº 9870, Art. 39 – “implementar, en el marco  de los proyectos curriculares institucionales, procesos de orientación educacional que contribuyan a las elecciones vocacionales, vinculando a los alumnos con el mundo del trabajo, la producción, la ciencia y la tecnología”- la transformación curricular de la Educación Secundaria en  la provincia de Córdoba (1), República Argentina, definió un nuevo espacio curricular (2) -Formación para la Vida y el Trabajo- con la intención de contribuir a que los estudiantes puedan pensar sus procesos de participación social, política, cultural y económica en el marco de una perspectiva de autonomía individual y colectiva, (3) otorgando además a la escuela el rol de orientadora y promotora de procesos de inclusión.


1 La Educación Secundaria en la provincia, atendiendo a lo establecido por las Leyes Nacional y Provincial de Educación vigentes, constituye una unidad pedagógica y organizativa destinada a los adolescentes y jóvenes de 11/12 a 17/18 años, que hayan cumplido con el nivel de Educación Primaria. La propuesta formativa se estructura en dos Ciclos: un Ciclo Básico – común a todas las orientaciones y modalidades – de tres años de
duración, y un Ciclo Orientado -con carácter diversificado- de tres años para las ofertas de Educación Secundaria Orientada, y de cuatro, para las de Educación Secundaria Técnico Profesional y Artística. Las Orientaciones de la Educación Secundaria que se ofrecen en la provincia son 10 (diez): Economía y Administración, Ciencias Sociales y Humanidades, Arte, Ciencias Naturales, Educación Física, Turismo, Informática, Comunicación,
Lenguas, Agro y Ambiente.

2 Un espacio curricular delimita un conjunto de aprendizajes y contenidos educativos provenientes de uno o más campos del saber, seleccionados para ser enseñados y aprendidos durante un período escolar determinado, fundamentado en criterios epistemológicos, pedagógicos, psicológicos, entre otros, y constituye una unidad autónoma de evaluación y acreditación.

3 Se inició su implementación en el año 2010-como experiencia piloto- en 3° año, y a partir de allí, en los años posteriores continúa su desarrollo: 2011, en 4° año; 2012, en 5° y 2013, en 6° año. Cabe aclarar que se están desarrollando experiencias anticipadas de innovación en los contenidos y prácticas educativas de 6to, aún en el marco de la anterior estructura curricular de la Educación Media (en su último año de vigencia). Todo el proceso ha sido precedido de numerosas instancias de consulta y de validación en la práctica escolar, así como de variados dispositivos de capacitación docente y acompañamiento institucional que aún continúan.