En los últimos años, la calidad constituye una temática y problemática medular que ocupa un lugar de privilegio en los debates educativos de las sociedades democráticas contemporáneas, y que ha tomado distintos matices y se ha focalizado en diferentes aspectos: el sistema en su conjunto, la escuela como institución, el aula y sus componentes, la vinculación con las familias y otras
entidades del contexto. Esta preocupación general por la calidad educativa se intensifica especialmente en relación con la Educación Secundaria, trayecto del sistema educativo que capta hoy la atención de diversos sectores sociales y en torno al cual se concentran problemáticas pasadas aún sin resolver y otras nuevas, propias de los escenarios actuales, así como demandas renovadas y diferentes horizontes de expectativas que ponen en tensión sus perspectivas de desarrollo (UNICEF, 2010). En el caso particular de la Educación Secundaria en Argentina1, podemos decir que hay ya mucho camino recorrido, pero que aún es necesario trazar otros y también fortalecer y profundizar logros. A pesar del importante avance alcanzado en cuanto a normativa y orientaciones para la organización pedagógica e institucional de este nivel del sistema –tanto en el orden nacional como en el de las jurisdicciones/provincias2- y de que se han instalado condiciones para una escuela secundaria obligatoria inclusiva, se requieren todavía otras transformaciones en pos de una formación de calidad para todos los adolescentes y jóvenes, teniendo en cuenta su futuro. En el momento de pensar esas transformaciones, es clave tener presente que el
dispositivo escolar de la escuela secundaria tiene una complejidad tal que no es posible mirar y analizar sólo un aspecto para proyectar un cambio. Hay que pensar y actuar inmersos en una trama que enlaza a los nuevos sujetos escolares (estudiantes, directivos, docentes) con conocimientos renovados, con otras formas de construir vínculos entre sujetos e instituciones y de éstos con los contextos. Y se trata, claro está, de una complejidad que se nos ofrece como desafío, porque nos convoca a no quedar atrapados en los diagnósticos y a atravesar las dificultades, a animarnos a bosquejar algunas posibles respuestas y propuestas que no son las únicas ni las mejores, sino aportes para pensar y construir una escuela secundaria de calidad. Muchas veces la complejidad suele ser la excusa para no hacer nada o para paralizar nuestros esfuerzos. La complejidad debe, al contrario, motivarnos para actuar de otra manera, una manera también compleja, multidimensional, multisectorial, que comprometa al conjunto de los actores que actúan en este espacio (Tedesco, 2010, p.40). Y elegimos hacerlo no desde la escuela ideal, sino desde una escuela que es posible porque involucra a la escuela secundaria de hoy, esa escuela que está existiendo, con sus conquistas y sus dificultades, sus pequeños o grandes avances; con sus apremios de fondo, pero con sueños y aspiraciones con los cuales se proyecta al porvenir. En este marco, recuperamos, profundizamos y contextualizamos algunos de los aportes que sobre la materia –en el nivel nacional e internacional- venimos desarrollando, desde el año 2006, como Equipo de Investigación de Educación Secundaria de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba (Unidad Asociada CONICET)3, a partir de una mirada retrospectiva y a la vez proyectiva de lo investigado, con el propósito de presentar algunas aproximaciones, ideas y propuestas, tendientes a enriquecer el debate y
contribuir con la mejora de la calidad de la Educación Secundaria argentina. Convencidos de que la mirada sobre esta escuela secundaria debe esforzarse por superar la fragmentación, proponemos, a lo largo de este trabajo, un enfoque integrado e integral en torno a ejes (sentido, contexto y evolución) y dimensiones (currículum, saberes y prácticas; trayectorias escolares de los estudiantes, ambiente y clima institucional, desarrollo profesional docente, relaciones con las familias y la comunidad) que nos permiten desarrollar, en los distintos capítulos, un abordaje reflexivo y propositivo en relación con la calidad educativa en la escuela secundaria argentina. Escribimos para compartir inquietudes y reflexiones, para detenernos a pensar con otros, porque –como nos recordaba Mario Benedetti-: De vez en cuando hay que hacer una pausa, contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana, examinar el pasado etapa por etapa, baldosa por baldosa, y no llorarse las mentiras, sino cantarse las verdades.
Libro
Reflexiones sobre la calidad de la educación secundaria argentina. La Escuela posible como horizonte de expectativas.
- enero 14, 2016
Autor/res
Dirección
Horacio Ademar Ferreyra
Co-dirección
Coordinación
ISBN
978-987-626-291-0