La Educación Secundaria en Córdoba – Información para la identificación de logros y desafíos de política educativa: cobertura, oferta, trayectorias escolares y aprendizajes de los estudiantes

Actualmente, es posible reconocer el desarrollo de un consenso cada vez más generalizado en torno a la importancia de la Educación Secundaria en la vida de los adolescentes y jóvenes. Dicho proceso se manifiesta no sólo en Argentina, sino que abarca a varios países de la región, en muchos de los
cuales se han ido sancionando, en los últimos años, las nuevas leyes de educación que aspiran a establecer el acceso y la finalización de la Escuela Secundaria no sólo como un derecho de los estudiantes, sino también como una obligación del Estado (López y Sourrouille, 2010).
La presencia de metas identificadas con la universalización de la Educación Secundaria –tanto en términos normativos como en los debates actuales sobre la temática- es manifestación de un convencimiento cada vez más generalizado de que la finalización de este nivel del sistema educativo es hoy una condición indiscutible para que los jóvenes accedan efectivamente a los saberes necesarios que les permitan afrontar los desafíos de la vida en sociedad1. Tales metas no sólo apuntan a que los adolescentes y los jóvenes accedan a la escuela – expresión del principio de igualdad de oportunidades educativas– sino que buscan, además, que permanezcan en sus aulas, y que obtengan allí una educación de calidad. Para sostener y dar respuesta a objetivos de esta magnitud, resulta indispensable, en la actualidad, una redefinición del sentido de las políticas educativas de la región.
En el año 2006, Argentina asume el compromiso de que todos los adolescentes y jóvenes del país completen el nivel de Educación Secundaria como parte de su educación básica y obligatoria (Ley de Educación Nacional N° 26.206). Si bien el acceso al nivel se ha incrementado significativamente en los últimos veinte años, las estadísticas educativas indican que muchos adolescentes y jóvenes tienen aún serias dificultades para permanecer en él y completarlo (López y Sourrouille, 2010).
La obligatoriedad de la escuela secundaria constituye así un desafío ineludible para el sistema educativo argentino. Esta meta demanda la ampliación de la disponibilidad de recursos materiales
necesarios para incrementar la oferta de infraestructura y de cargos docentes. Pero, por sobre todo, también interpela fundamentalmente a la escuela como institución: su cultural institucional, los
actores involucrados y la propuesta pedagógica en un nivel del sistema originalmente selectivo y privativo de algunos sectores de la sociedad (Steinberg, 2010).
Resulta imprescindible relacionar las modificaciones en el sentido y la función social que cumple hoy la Educación Secundaria con las transformaciones socioeconómicas, políticas, culturales y tecnológicas desarrolladas durante las últimas décadas como consecuencia de fenómenos globales.